El itinerario de formación “Caminando con las familias” de la parroquia eclesiástica Santísima Trinidad abordó en la más reciente jornada el tema de la educación de los hijos, enfatizando en la necesidad de fortalecer esta vital misión bajo las premisas del amor y la fe:

“Un regalo del Señor son lo hijos, recompensa, el fruto de las entrañas. Como flechas en manos del guerrero son los hijos de la juventud” Salmo 127, 3-4.

Los esposos Grecia Chacón y Johan Jiménez llevaron adelante la reflexión invitando a las parejas a abrir el corazón y disponerse a encontrar caminos para llevar adelante la crianza de los hijos, una tarea indelegable en la que cada actuación de los padres tiene consecuencias que marcan positiva o negativamente la vida y el futuro de su descendencia.

De este modo, la primera interrogante a reflexionar fue ¿dónde están nuestros hijos? No se refiere únicamente a su presencia física, sino al ambiente o ambientes donde hacen vida: el hogar, la escuela, la familia, los amigos. Igualmente aquellos elementos que influyen en ellos, particularmente en el momento histórico en el cual nos desenvolvemos: los medios de comunicación y las redes sociales.

En este sentido, explicaron que al observar el contexto en el cual se desenvuelve la familia y ahondar en las actuaciones de los niños y adolescentes, es posible analizar y descubrir “dónde está realmente su alma”, conocer y comprender su carácter, su inteligencia, intereses, aspiraciones y actitudes. Esto puede ayudar a encaminar su educación, fomentando autonomía, libertad y responsabilidad sobre sus actos.

Con relación al tema de las redes sociales, reiteraron la importancia de prevenir efectos nocivos del mal uso de las tecnologías de comunicación e información, como lo denomina el Papa Francisco “autismo tecnológico”. Regular su uso para que no afecte las relaciones entre la familia.

Los ponentes resaltaron que las familias católicas están llamadas a promover virtudes cristianas como la generosidad, la humildad, el respeto, el perdón y la bondad. Todas ellas se pueden alcanzar a través del testimonio de vida de los padres, recordando que el ejemplo es un gran maestro.

Otros dos tópicos importantes en la educación de los hijos: la corrección y la educación sexual se abordaron en este encuentro. Sobre el primero se destacó la importancia de encontrar el equilibrio entre los derechos y deberes, evitando a toda costa dejarse llevar por la ira.

Sobre la educación sexual se afirmó la necesidad de conversar con los hijos, atender sus inquietudes y aclarar las dudas de acuerdo con su edad. A la luz de la fe, para hablar con los hijos sobre este tema es necesario incluir el amor, pues es así como se separa de lo mundano y se contrarrestan los riesgos que implica la información que se recibe de medios externos.

Finalmente, el llamado a transmitir la fe a través de los sacramentos, el testimonio y la oración: abrir espacios en medio del trajinar diario para el encuentro personal con Dios, invitar a la oración en familia, dar sentido verdaderamente cristiano a los ritos sacramentales y a celebraciones familiares como la Navidad. Orar por los hijos y ser testimonio de vida en seguir a Cristo:

“Por nuestra parte, hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es amor” 1 Juan 4,16.

Por Ana Leticia Zambrano