En la Diócesis de San Cristóbal hemos recibido la bendición de contar con varios testimonios de fe muy valiosos, entre ellos, uno muy particular, el de la niña Amanda Giselth Ruiz Suárez, a quien la feligresía llama cariñosamente Amandita.
La niña Amanda nació el 11 de mayo de 1999, en San Cristóbal, Táchira, Venezuela. Sus padres Luís Ruiz y Daisy Suárez de Ruiz, de hogar humilde y trabajadores.
En enero de 2003, sin haber cumplido 4 años, fue diagnosticada con Leucemia Linfoblástica Aguda.
A pesar de su temprana edad, Amanda asumió una actitud de fe y esperanza apegada a la devoción al Divino Niño. No se le vio renegar de su enfermedad y se ganó la admiración de padres, familiares y médicos.
Acompañaba al Sacerdote de la parroquia en actividades del barrio donde vivía. Para los niños vecinos no solo era una amiga y buena vecina, sino alguien que sabía transmitir la fe con alegría y con la confianza puesta en Dios. Participó activamente de la Infancia Misionera el 21 de septiembre de 2005, día de su fallecimiento, sostuvo una hermosa conversación con sus padres. Les dijo que no tuvieran miedo y les daba las gracias por los hermosos años que le habían regalado. Murió serenamente.
El día de sus exequias, una inmensa multitud de fieles, entre ellos vecinos y familiares, acudieron para darle el último adiós. Hoy hay quienes indican haber acudido a ella para pedir por su intercesión algún favor de parte de Dios. Sus padres aseguran que por su intercesión han podido concebir dos hijos.
El día jueves 22 de noviembre de 2018, el Obispo de San Cristóbal, Excmo. Mons. Mario Moronta, presidió la apertura de la causa de
beatificación y canonización de la pequeña Amanda.
Oración
Santísima Trinidad, te damos gracias
porque nos invitas a ser santos y nos
regalas ejemplos de vida cristiana.
Te imploramos manifiestes tu gloria
en la SIERVA DE DIOS,
AMANDA GISELTH RUIZ SUÁREZ,
“Amandita”
Quien en su niñez, con su sonrisa irradió
esperanza. Y que ella desde la eternidad
interceda por nosotros para conseguir
fortalecernos en la alegría y la fe,
que ella supo vivir.
Te rogamos nos concedas la gracia
que te pedimos por su intercesión.
(se pide la gracia)
Te alabamos y te bendecimos
por los siglos de los siglos.
AMÉN.
Se reza un Padre Nuestro, un Ave María
y un Gloria.
